Después descubriré que es el amor, hoy solo te digo.. que no he logrado suplir tu cuerpo, ni tu boca, ni esa mirada ridícula de inocencia que aun proyectas. No he podido olvida tus mentiras, tan dulces y piadosas... Aun te deseo, te perdonaría mil mentiras y te quieros. Pero es que tu piel.... ya no pesas... no estás aquí. Te deseo. ¿Quien te dijo que podías irte?
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